Así quedó el vehículo de Reyes – Fútbol
Las principales hipótesis del accidente del futbolista apuntan a un evidente exceso de velocidad de su vehículo
Las primeras investigaciones sobre el accidente en el que perdieron la vida José Antonio Reyes y uno de sus primos, supuestamente recogidas en el atestado de la Guardia Civil según adelantó el diario 'Mundo Deportivo', concluyen que el suceso se produjo probablemente por el reventón de un neumático del coche y la elevada velocidad a la que circulaba por la autovía A-376 .
El futbolista, acompañado por dos familiares, regresaba a Utrera después del entrenamiento en Almendralejo con su actual equipo, el Extremadura. Ese mismo día había sido descartado por su entrenador para el choque contra el Cádiz, por lo que se desplazaba a su localidad natal.
Según el diario 'Mundo Deportivo', tras las primeras pruebas realizadas en el lugar del accidente, sucedido a las 11.40 horas del sábado, se estima que el Mercedes Brabus S550 de 380 CV del futbolista del Extremadura circulaba a unos 237 kilómetros por hora. Una velocidad que casi duplicaba a la fijada para ese tramo (120 km/h) y a la que el reventón de una de las ruedas resultó fatal.
Fuera de control, el vehículo colisionó con unos bloques de obra, volcó y acabó incendiado unos 200 metros más allá del lugar por el que salió del firme de la autovía.
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Temeridad que pudo tener más consecuencias
El presidente de la Asociación DIA de Víctimas de Accidentes, Francisco Canes, afirmó este lunes que la actuación de Reyes fue «una temeridad que podría haber tenido peores consecuencias si hubiera impactado contra otro vehículo».
En declaraciones a Servimedia, Canes lamentó «en primer lugar la muerte del jugador y de su acompañante» y expresó su deseo de que la otra persona implicada se recupere. «Pero esto no quita que seamos críticos con su actitud temeraria. Ir a casi 240 kilómetros por hora es una barbaridad. Ha puesto en peligro no sólo a él y a sus acompañantes, sino al resto de los usuarios de la vía. Ahora mismo podríamos estar hablando de una tragedia mayor por su imprudencia. Podriamos estar lamentando la muerte de una familia por su exceso de velocidad. O de más personas si el coche hubiera pasado al carril contrario. No quiero ni imaginármelo», indicó.
Canes reclamó hacer pedagogía de la desgracia: «Este accidente debería servir para darnos cuenta de que el exceso de velocidad mata. El caso es tremendamente temerario. Debemos darnos cuenta de que no vamos solos en la vía y que lo que nosotros hagamos tiene consecuencias no sólo en nosotros mismos y los que nos acompañan, sino en todos los que circulan por las carreteras».
Por su parte, la presidenta honorífica de la asociación Stop Accidentes, Ana María Campo, afirmó este lunes que «ojalá que la muerte de José Antonio Reyes sirva para que la gente respete los límites de velocidad, porque cuando no se respetan, se pierde la vida, como le ha pasado al futbolista».
Campo lamentó la muerte de Reyes y aseveró que «se ha matado él mismo y con él se ha ido su primo, y para el otro primo, con más del 60% del cuerpo quemado, su vida no será fácil».
«La gente tiene que darse cuenta de que saltarse los límites de velocidad trae consecuencias, terribles, como ésta. ¿Cómo es posible que circulara a 237 kilómetros por hora en un tramo marcado a 120?», se preguntó.
Además, incidió en que «el accidente podría haber sido peor. Si se hubiera chocado contra otro coche, ¿qué más podría haber pasado? A mi hijo le mató otro conductor. No se me quita de la cabeza cómo estarán sus padres, su familia. Un chico tan querido, tan admirado, y no fue consciente de que la velocidad excesiva te roba la vida».