El chavismo endurece la censura y detiene a varios periodistas

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Las autoridades deciden deportar a dos periodistas chilenos tras mantenerlos detenidos un día en paradero desconocido

Rodrigo Pérez y Gonzalo Barahona, reporteros de TVN, la televisión nacional de Chile, llegaron a Venezuela la semana pasada para cubrir la situación política que vive el país con un Nicolás Maduro arrinconado por las presiones internacionales y de la calle y un Juan Guaidó juramentado como presidente interino. Este miércoles las autoridades tenían previsto deportar a ambos periodistas, que permanecieron retenidos en paradero desconocido durante un día tras ser detenidos en las inmediaciones del Palacio de Miraflores en Caracas.

La liberación de los periodistas requirió la intervención de la cancillería chilena. “Exigimos la inmediata liberación de periodistas de TVN detenidos en Venezuela. Nuestra cancillería está realizando todas las gestiones necesarias. La libertad de prensa es otra de las víctimas en Venezuela. La solución pacífica son elecciones libres y democráticas, ahora”, escribió en un tuit el presidente, Sebastián Piñera.

En el mismo sitio, en la cobertura de una vigilia convocada por los seguidores de Maduro, fueron detenidos dos periodistas franceses del equipo del programa Quotidien, conducido por Yann Barthes y transmitido por el canal TF1, y su productor en el país, Rolando Rodríguez. Anoche, responsables diplomáticos mantenían en reserva la identidad de los periodistas franceses arrestados y que aún no habían sido liberados.

Junto a los profesionales chilenos, la policía también se llevó a los reporteros venezolanos Maikel Yriarte y Ana Rodríguez, de las televisiones digitales TVV Noticias y VPI, quienes fueron puestos en libertad en la mañana del martes.

El Sindicato Nacional de Prensa aseguró que los profesionales, incomunicados por varias horas y expuestos a agresiones verbales, fueron obligados a firmar un acta en la que debían dar cuenta del buen trato recibido, aunque no fue así.

En la última semana de agudización del conflicto venezolano han sido agredidos 26 periodistas y ocho equipos de reporteros han sido víctimas de robos. La censura también ha arreciado contra la radio. Siete programas informativos han dejado de emitirse bien por órdenes de Conatel, el órgano de control de las telecomunicaciones en el país, que ha prohibido hacer referencias a la presidencia interina de Juan Guaidó, o porque los periodistas se han negado a acatar una censura que también veta la información sobre las protestas y manifestaciones que se han sucedido desde el pasado 23 de enero.

Justo cuando decenas de corresponsales extranjeros han llegado a Venezuela para seguir los acontecimientos, la televisión abierta y las emisoras de radio nacionales han hecho una cobertura tímida de los hechos por las presiones del régimen chavista.

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