‘Juego de tronos’ 8×04: ‘El último de los Stark’

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Repasamos lo ocurrido en el cuarto capítulo de la temporada 8. Ojo, ‘spoilers’

¿Cómo puede ser que ya solo queden dos capítulos de Juego de tronos? Qué dolor más grande. Pero antes de que lloremos todos juntos desconsoladamente, vayamos con el 8×04 con las consecuencias de la gran batalla del episodio anterior. Y aunque nos encontramos con un episodio más calmado (no hay muerte y destrucción a montones; solo una poca, aunque dolorosa) y esta vez lo veamos todo con bastante nitidez, el cuarto capítulo de la temporada ha dejado muchos momentos y conversaciones necesarios que debemos comentar antes de que enfilemos los dos episodios definitivos. Por tanto, seguimos con nuestro resumen de lo ocurrido en el 8×04 de Juego de tronos. (Por cierto, estos resúmenes cada vez son más largos, pero con los capítulos de duración extra es cada vez más complicado resumir…) Y, como siempre, una última advertencia obvia: esta entrada contiene muchos spoilers.

Luto y celebración en Invernalia

Arrancamos con el Norte y sus aliados despidiendo a los caídos en la batalla contra el ejército del Rey de la Noche. A continuación, una gran cena reúne a los supervivientes en el salón principal del castillo. Allí vemos cómo las relaciones entre los personajes han evolucionado tras los últimos acontecimientos y revelaciones. La relación de Jon y Daenerys parece algo tensa. Gendry busca a Arya, que no está presente en el salón ni siquiera cuando Daenerys brinda por «Arya Stark, la heroína de Invernalia». Tampoco ve cómo Gendry es nombrado Señor Bastión de Tormentas por Daenerys, una forma de ganarse su lealtad (y de paso, asegurarse de que no va a reclamar el trono como Baratheon que es). Bran sigue mirando al resto desde la distancia.

Unos comentarios de Tormund cantando la grandeza de Jon parece que no sientan muy bien a Daenerys, que parece no haber encajado muy bien la verdadera identidad de Jon. La madre de dragones empieza a dudar de la lealtad tanto de Jon como de Tyrion, que celebra la victoria ante los muertos al lado de su hermano jugando con Brienne a mentira o verdad con abundante vino de por medio. Llegado un momento, Tyrion eleva el tono del juego y pregunta a Brienne si es virgen. Ella no quiere contestar y se levanta de la mesa en el momento en que llega también Tormund. La Caballero de los Siete Reinos se marcha, seguida por Jaime, y Tormund entiende rápidamente que tres son multitud y que ha perdido frente al Lannister.

Ya han pasado muchas cosas en esta noche de celebración, pero todavía quedan más. Como una breve charla entre el Perro y Sansa, en la que hablan sobre el pasado traumático de ella. «Has cambiado, pajarillo», dice él. «Sin Meñique ni Ramsay, probablemente habría sido un pajarillo toda la vida», contesta Sansa al repasar su historia. Gendry por fin encuentra a Arya, y le propone casarse y ser la dama del Bastión de Tormentas. «Pero no soy una dama. No soy así». Un corazón roto. Y no será el único en este capítulo.

Por cierto, una curiosidad: en plena celebración, a Daenerys parece que le apeteció un café y se confirma que en Invernalia hay Starbucks. Se les ha colado un vaso de café y en Twitter lo han captado:

El Matarreyes y la caballero

«Nunca he yacido con una caballero». «Yo nunca he yacido con nadie». Dicen que Juego de tronos se ha rendido al fan service, que muchas de las decisiones de los guionistas están relacionadas con complacer a los seguidores. Quizá tengan razón. ¿Y? Porque ese momento en el que la relación entre Brienne y Jaime termina con los dos desnudos y besándose es un bonito regalo tanto a los fans como a Brienne, un personaje que merecía las cosas buenas que le han pasado en estos últimos capítulos. Lo malo es que ha tenido que ser a costa de Tormund. Pero alguien tenía que perder.

Evidentemente, todos sabíamos que esto, si ocurría, no iba a durar, y así pasa, porque al final del capítulo la pareja ya se separa y Jaime partirá hacia Desembarco del Rey cuando le cuenten cómo ha recibido Cersei la visita de Daenerys y compañía. Quedan solo dos capítulos y Jaime y Cersei tienen que volver a verse las caras necesariamente. ¿Será él quien la mate? Mientras, Jaime ha roto el corazón de Brienne y, de paso, el de quien escribe estas líneas.

Un secreto ya no tan secreto

Que la relación entre Jon y Daenerys ya no va a seguir siendo la misma queda claro cuando se encuentran a solas en su habitación. Él asegura que renunciará al trono si se descubre su identidad. Ella cree que da igual lo que él quiera, que tendrá que reinar porque el pueblo le obligará. Él quiere contárselo a Sansa y Arya. Ella dice que no debe hacerlo porque entonces su relación cambiará para siempre. Los dos insisten en su posición.

Con esa tensión, los personajes se reúnen ante el mapa de Poniente para plantear los siguientes pasos que deben seguir. «El objetivo es derrocar a Cersei sin destruir Desembarco», recuerda Tyrion a Daenerys. Pero ella no parece tenerlo tan claro. Sansa propone esperar a que se recuperen los hombres después de la batalla de Invernalia, pero a Daenerys le corre prisa atacar, y Jon aprovecha para mediar y dar la razón a su Dany. Quedan en que Jon y Davos irán por tierra, Tyrion irá en barco con Daenerys en los dragones, y Jaime se quedará en Invernalia con Brienne, hasta que decida irse también. (Una reflexión sobre esto: ¿tiene sentido que alguien como Jaime decida no ir a Desembarco, aunque no fuera a luchar contra a Cersei? Era necesario que se quedara en Invernalia para apartarlo del resto y que vaya por libre. Pero parece una decisión un poco extraña…).

Tras este encuentro, Arya y Sansa piden a Jon reunirse a solas los Stark. Le dejan claro que no confían en Daenerys. Y vuelve a salir el tema de la familia, «somos familia». Bran le dice a Jon que depende de él contar o no la verdad. Y tras jurar Arya y Sansa que no lo contarán a nadie más, les desvela su verdadera identidad.

Bronn, al que dejamos camino de Invernalia con la misión, encargada por Cersei, de matar a los hermanos Lannister con una ballesta, llega ante ellos. Pero Tyrion maniobra y le ofrece Altojardín si les deja con vida. Todo controlado por esta parte, parece.

Antes de irse, Tyrion habla con Sansa. Quiere asegurarse de que la relación entre Daenerys y la señora de Invernalia es cordial. Tyrion sigue defendiendo que ella será una buena reina y que es la mejor opción que tienen. «¿Y si hay alguien más, alguien mejor?». Y sí, Sansa le cuenta a Tyrion el secreto de Jon. Luego, Tyrion se lo contará a Varys. Y así, como dice Varys, el secreto ya no es secreto nunca más.

Despedidas

Antes de partir hacia Desembarco del Rey, turno de despedidas, que solo quedan dos capítulos y va a morir gente y quién sabe si se volverán a ver. Tormund se vuelve a su hogar junto a sus compañeros del Pueblo Libre en vista de que la batalla contra los muertos ha terminado y que Brienne está a otra cosa. Jon aprovecha y le pide que se lleve a Fantasma (tantas vueltas que hemos dado con Fantasma y al final se lo endosa a Tormund, anda que…). También Sam y Gilly acuden a despedirse de Jon y nos enteramos de que Gilly está embarazada.

En lo que queda de capítulo, Tyrion y Varys tendrán varias interesantes charlas sobre por quién deben apostar para reinar en los Siete Reinos. Tyrion sigue insistiendo en que Daenerys sería la mejor opción, pero Varys ve cada vez más claro que Jon es quien debería sentarse en el Trono de Hierro. «Si los casamos pueden reinar juntos», propone Tyrion. Varys recuerda que ella es su tía, pero Tyrion dice que para los Targaryen eso no es un problema. Es decir, todo lo que hemos debatido los fans en estos dos años de espera lo están verbalizando Tyrion y Varys. «Puede matarnos Cersei a todos. Resolvería nuestros problemas», remata Tyrion, que en este capítulo ha vuelto a tener un protagonismo que hacía tiempo que no tenía. Se le echaba de menos.

Dracarys en Desembarco del Rey

La flota de los Targaryen tiene una calurosa bienvenida en Desembarco del Rey: desde los barcos de la Compañía Dorada, unas grandes ballestas lanzan flechas que hieren y matan al dragón Rhaegal, que cae al mar herido de muerte. ¿Una muerte demasiado tonta para Rhaegal? Posiblemente. Pero también un motivo más para que Daenerys pierda los nervios con Cersei. Las flechas siguen cayendo sobre los barcos, y sus pasajeros terminan llegando a nado a la playa. Pero Missandei ha desaparecido: está prisionera de Cersei, que mantiene a su lado a Euron y le dice que el hijo que espera es suyo, por supuesto. 

Tras este ataque sorpresa, Varys trata de hacer que Daenerys se replantee el ataque. «No debéis destruir la ciudad que venís a liberar». «Yo estoy para liberar el mundo de los tiranos. Ese es mi destino», dice Daenerys. Nueva conversación de Tyrion y Varys, que hace al enano plantearse, ya que conoce a los dos, quién sería mejor gobernante.

– Es templado, medido, es un hombre, lo cual atrae más a los señores de Poniente, cuyo apoyo necesitaremos.
– Joffrey también era un hombre. No creo que una verga cualifique mucho, creo que coincidís.
– Y es el heredero al trono. Sí, porque es un hombre. Las vergas importan, me temo.

Viendo que está perdiendo, Tyrion insiste en la propuesta de que gobiernen juntos, pero Varys no lo ve claro, ella es demasiado fuerte para él y haría lo que quisiera con Jon, como ya está haciendo. Varys parece por la labor de quitarse a Daenerys de en medio. Tyrion bebe y bebe porque no parece ver nada claro el futuro de Daenerys en el Trono de Hierro.

Mientras, en Invernalia asistimos a la separación de Jaime y Brienne. Ella le pide que se quede, le dice que no es como su hermana, que es un buen hombre. Pero él le recuerda todo lo que ha hecho por ella («las cosas que hago por amor»). «Es odiosa, como yo».

Y terminamos el capítulo en las puertas de Desembarco del Rey. Con el dragón que queda vivo, los inmaculados, Gusano Gris y Daenerys ante las murallas, Tyrion y el maestre Qyburn trasladan al otro la petición de su reina: cada una pide la rendición de la otra. Tyrion opta por adelantarse y tratar de hablar directamente con Cersei, que vigila desde lo alto de la muralla acompañada por Euron, la Montaña y la presa Missandei. «No eres un monstruo, lo sé bien porque lo he visto», le dice Tyrion a Cersei. «Siempre has amado a tus hijos, más que a ti, más que a Jaime, más que nada. Te ruego si no por ti, por tu hijo. Tu reinado ha terminado pero no tiene por qué terminar tu vida ni tiene por qué morir tu hijo». Todo suene razonable en la boca de Tyrion, pero en la cabeza de Cersei no es tan razonable. Y tras dejar que Missandei diga sus últimas palabras («Dracarys»), manda a la Montaña matarla. La decapita y caen el cuerpo y la cabeza de Missandei desde lo alto de la muralla. El corazón de Gusano Gris está roto en mil cachitos y Daenerys, fuera de sí.

Recuento de muertes:

– Rhaegal. Asesinos: la Compañía Dorada y Euron. Forma de morir: Cae al mar tras ser herido por unas flechas gigantes.

– Missandei. Asesinos: La Montaña, tras la orden de Cersei. Forma de morir: Decapitada.

Recuento de resurrecciones:

Cero.

En capítulos anteriores…

8×01: Invernalia
8×02: Caballero de los Siete Reinos
8×03: La larga noche

En el próximo capítulo…

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